CONDUCTAS DERIVADAS DEL CONSUMO


CONDUCTAS DE CONSUMO DE CANNABIS: RELACIÓN DE LA DROGA CON LA APATÍA, LA ANSIEDAD Y LAS CONDUCTAS DISRUPTIVAS EN LAS AULAS.

Tengo que decir que mis conocimientos sobre los efectos del cannabis escapan un poco a aquello con lo que he trabajado hasta ahora, por ello voy a basarme en los textos del Instituto Hipocrates para este bloque temático. Al finalizar, os he dejado un par de enlaces que os resultarán interesantes de leer para poder ampliar la información.

Durante largo tiempo se ha debatido sobre la posibilidad de que el consumo de cannabis pudiera producir, con su retirada, síndrome de abstinencia, y por tanto, dependencia y adicción. En este sentido ya son pocas las voces que ponen en duda el efecto adictivo, y es que en los últimos años se ha experimentado un incremento muy importante de pacientes que inician un tratamiento por adicción al cannabis, sobre todo entre la población adicta más joven, realidad que se ha visto acompañada por avances médicos e investigación científica, así como por una mayor implicación y concienciación en la prevención desde las instituciones.

En España, el Plan Nacional sobre Drogas relaciona las propiedades psicoactivas de la marihuana con sus efectos sobre el sistema de recompensa existente en el cerebro, exactamente del mismo modo que el resto de drogas. Es por ello que alerta del riesgo de la adicción al cannabis, así como de su especial impacto sobre los jóvenes, debido a los efectos del cannabis sobre el aprendizaje.

El cannabis es una droga que se extrae de la planta “Cannabis Sattiva”. Sus efectos sobre el sistema nervioso son producidos principalmente por uno de sus principios activos, el Tetrahidrocannabinol (THC). Así varias instituciones confirman que el consumo de marihuana aumenta el riesgo de desarrollar “Trastorno por consumo de marihuana”, el cual desemboca en una adicción en sus casos más graves.

¿CUÁLES SON LOS EFECTOS DEL CANNABIS?

Al igual que con el resto de drogas, los efectos del cannabis sobre el consumidor no son únicos ni universales, sino que dependen de diversos factores.

  • Tipo de producto: Por un lado, no es lo mismo un tipo de producto que otro. Puede ser marihuana (flores de la planta y hojas), hashish (resina de las flores) o aceite de hashish (con la concentración de THC más elevada). También podría tratarse de cannabis sintético, conocido como “Spice”, más potente que el THC natural y cuyo consumo tiene un mayor riesgo de desarrollar consecuencias negativas a nivel psicopatológico.
  • Dosis y experiencia del consumidor: También se debe tener en cuenta la dosis administrada y la experiencia del consumidor de cannabis, ya que cuando la droga es más potente de lo que las personas que consumen esperan o son neófitos con la sustancia, los efectos del cannabis pueden ser muy desagradables, generando estados de ansiedad y de angustia.
  • Vía de consumo: La vía de consumo también es un factor a tener en cuenta. El modo más habitual de consumir la sustancia es la vía fumada, que por un lado favorece un mayor control de la dosis administrada, pero por el otro provoca importantes daños respiratorios por la combustión de la droga al ser inhalada, a los que se deben sumar los daños ocasionados por la probable adicción al tabaco al mezclar este con cannabis para su consumo. Otra vía de consumir la droga es la vía oral. Este modo de consumo evita la toxicidad de la inhalación durante la combustión de la droga, pero no hay tanto control de la dosis administrada y aumenta mucho el riesgo de que los efectos de la marihuana sean desagradables y adversos.

Con carácter general los efectos del cannabis producen cierta sensación de placidez y bienestar, con cierta hilaridad, alteración sensorial y temporal, y se produce un importante aumento del apetito. Los ingredientes activos de la marihuana desencadenan una acción ansiolítica sobre el sistema nervioso, aunque en otros casos, su acción es la contraria, provocando un aumento de la ansiedad en las personas que consumen marihuana.

Una persona bajo los efectos del cannabis puede experimentar una sensación de felicidad y euforia debido a la acción de la sustancia sobre la dopamina, lo que genera placer y cierta necesidad de volver a consumir. A un nivel cognitivo, el cannabis afecta a los procesos de memoria y aprendizaje, y provoca en los consumidores un mayor desinterés en las actividades cotidianas y rutinarias de su vida. Por otro lado, se produce sequedad bucal, debido a que determinados ingredientes activos de la marihuana afectan a la secreción de saliva. También pudiera suceder un enrojecimiento de los ojos, sudoración excesiva, broncodilatación y aumento de la presión arterial. Cuando existe un consumo elevado de THC, los efectos del cannabis pueden incluir alucinaciones, delirios, mareos, náuseas fuertes y vómitos, confusión, ansiedad, paranoia, y aumento del ritmo cardíaco.

Cabe la pena recordar que aunque muchos usuarios de drogas relacionan el cannabis con una sustancia depresora del sistema nervioso junto al alcohol y las benzodiacepinas, en realidad se trata de una droga más próxima a las psicodélicas o alucinógenas.

Los efectos del cannabis a largo plazo, con un consumo continuado, incluyen consecuencias negativas cada vez más importantes: Problemas cardiovasculares, graves enfermedades respiratorias, cáncer de pulmón y afectación en la salud mental y el cerebro de las personas que consumen, con elevado riesgo de desarrollar daños en la memoria y pérdida de coeficiente intelectual, sobre todo si el consumo se inició en la adolescencia, ansiedad, psicosis, paranoia o depresión. También aumenta el riesgo de trastorno por consumo de alcohol o de otras drogas.

La marihuana es una droga y crea adicción.

Un trastorno por consumo de cannabis se puede convertir en una adicción en el momento en el que la persona adicta ya no puede dejar de consumir incluso cuando el consumo interfiere gravemente en muchos aspectos de su vida personal, social, académica o profesional. Son los jóvenes los más vulnerables ante esta posibilidad, ya que son ellos los que tienen una mayor probabilidad de desarrollar una adicción al cannabis al haber iniciado el consumo con muy corta edad.

Los criterios para valorar y alertar de que nos encontramos ante una persona con síntomas de adicción a la marihuana son:

  • El usuario de drogas que presenta problemas con la marihuana, se mantiene “drogado” y bajo los efectos de la marihuana una o dos horas diarias de manera regular.
  • Poco a poco se abandona el grupo de “amigos” no consumidores y se mantiene relación tan solo con personas que consumen cannabis u otras drogas.
  • Problemas de rendimiento escolar o profesional.
  • La adicción al cannabis se asocia a un consumo compulsivo. La persona adicta tiene muchas dificultades para dejar de consumir la droga una vez inicia el consumo.
  • Conforme pasa el tiempo, las actividades diarias no relacionadas con el consumo se van reduciendo, hasta enfocarse únicamente en aquellas actividades y pensamientos directamente relacionadas con el cannabis y el modo de consumirlo: cómo conseguir dinero para obtener la droga, en qué momento del día ir a buscarla, dónde y de qué manera conseguir la marihuana, cuánto tiempo le durará la cantidad de droga que puede conseguir en ese momento, qué hacer cuando se termine la cantidad disponible y deba consumir más, dónde y en qué momento se produce el consumo de cannabis, cuánto tiempo es necesario que trascurra para recuperarse del último consumo, etcétera. Todo ello impide que la persona con síntomas de adicción a la marihuana pueda afrontar de una manera normalizada sus compromisos o tareas importantes.
  • Problemas de concentración, de memoria, de aprendizaje.
  • Algunas conductas de la persona adicta se vuelven arriesgadas, como conducir bajo los efectos del cannabis.
  • Empieza a estar en el interés de una persona con problemas de adicción al cannabis el reducir el consumo, estudiar los beneficios de dejar la marihuana, preguntarse ¿cómo dejar la marihuana? y cuáles son las consecuencias negativas que representa el fumar cannabis en su vida.


Síntomas de abstinencia del cannabis, tras un cese brusco y prolongado del consumo. Estos síntomas son tales como la ira, la irritabilidad, la agresividad, la disminución del apetito, problemas para dormir, inquietud o estado de ánimo depresivo. Estos síntomas se alivian al volver a consumir la droga.



Bibliografía:

American Psychiatric Association - APA (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. DSM-5. Madrid: Editorial Medica Panamericana.

Anónimo (2020.a) La adicción al cannabis (parte I): en qué consiste y cuáles son sus efectos. Instituto Hipócrates. Recuperado de: https://www.institutohipocrates.com/adiccion-cannabis-que-consiste-efectos/

Anónimo (2020.b) La adicción al cannabis (parte II): los síntomas del consumo y los beneficios de dejarlo. Instituto Hipócrates. Recuperado de: https://www.institutohipocrates.com/adiccion-al-cannabis-sintomas-del-consumo-los-beneficios-de-dejarlo/



Comentarios

  1. En mi caso que tengo alumnos conflictivos (UEC) me cuadra bastante esta explicación con las vivencias que tienen algunos en su familia. Algunos de ellos me han llegado a decir que empezaron para avadirse de los problemas que tenian en casa.

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    1. Gracias por tu aportación. Reducir el dolor emocional con el "entumecimiento" que provocan estas sustancias es una de las salidas que muchos/as niños y niñas ven como opción válida para poder soportar su día a día. En muchas ocasiones no saben que más hacer, es lo que conocen. Se ha de contextualizar cada caso y tratar de adaptar el discurso y las acciones como educador, trabajando con el máximo de profesionales interdisciplinares posible.

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  2. Al igual que Ramón, yo también estoy con alumnos UEC, que además de tener entornos desfavorables y desestructurados tienen problemas relacionados con la conducta. Asimismo, verbalizan y relacionan el consumo de cannabis con situaciones relacionadas con el entorno familiar y escolar y el malestar emocional provocado por éstas, como una manera, al menos al inicio de afrontar este malestar. Sin embargo, también comentan que el consumo se les cronifica por otras razones.

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