2.- CONDUCTAS AUTOLESIVAS:
LOS MITOS DEL SUICIDIO
Existen una serie de creencias sobre el suicidio que ayudan a perpetuar la inactividad de la sociedad frente a este problema, cada vez mayor.
El primer paso en nuestro recorrido de aprendizaje es conocerlos, solo así podremos ser conscientes de que se fundamentan en el miedo y el desconocimiento de las personas en torno a qué hacer cuando tienes ante ti una persona que ha manifestado la intención de suicidarse.
La mayoría de estos mitos están destinados a apaciguar las consciencias de la gente que, sin saber cómo actuar frente a una situación que les supera, opta por apoyarse en uno de estos mitos, porque de lo contrario les crearía un dilema moral interno que, sin los conocimientos oportunos, no sabrían como afrontar.
Vamos con ellos de una forma sencilla pero clara:
CÓMO DETECTARLAS
Existen una serie de factores de riesgo que pueden hacer que un una joven que está en una situación en la que se ve superado sea más propenso que otro/a por tener conductas suicidas. Como docentes nos interesa conocer, de entre todos los tipos que existen (personales, familiares y entorno educativo), los factores del entorno educativo:
• Ausencia o pérdida de una red social de apoyo, aislamiento social, dificultades para relacionarse
con los iguales.
• Situación de desarraigo sociocultural (cambio de país, ciudad, entorno...).
• Acoso escolar, tanto en alumnado víctima como agresor.
• Sentimiento de rechazo.
• Procesos de tránsito en la identidad sexual o de expresión de la orientación sexual no aceptado.
• Elevada autoexigencia y perfeccionismo, que conllevan sentimientos de fracaso personal, desesperanza, baja autoestima.
(Fuente: Guía de prevención del suicidio, Gobierno de Aragón)
Así mismo, en contraposición, hay una serie de factores protectores que, como profesores, podemos mirar de potenciar:
• Relaciones de amistad entre iguales.
• Relaciones positivas con el profesorado y personas relevantes de su entorno.
• Accesibilidad y confianza para poder hablar de temas difíciles con, al menos, alguna persona de su
entorno social y escolar.
• Expectativas positivas de desarrollo socio-personal y educativo.
• Gestión adecuada del ocio y tiempo libre: Realizar actividad física, artística, de participación ciudadana, etc., tanto individuales como grupales.
(Fuente: Guía de prevención del suicidio, Gobierno de Aragón)
Finalmente, pese a que cada caso es completamente diferente a los otros, existen una serie de conductas que nos pueden alertar sobre un posible caso de alumno/a con conductas o ideaciones suicidas. Entre ellas haremos dos distinciones, las conductas verbales y las no verbales.
SEÑALES DE ALERTA VERBALES:
• Sentimientos de desesperanza con una visión de que no hay futuro o muy negativa: “No tiene solución”; “No va a mejorar nunca”.
• Sentimientos de desesperación, de que ya no se puede soportar o tolerar más una situación o estado vital: “Esta vida es un asco”; “Mi vida no tiene sentido “.
• Sentimientos de desamparo, como considerar que no es importante para nadie, que estorba o que las cosas estarían mejor sin él o ella. Sentimientos intensos y abrumadores de culpa, vergüenza y odio hacia sí mismo/a: “No valgo para nada”.
• Comentarios relacionados con la muerte: "Me gustaría desaparecer”; “Quiero descansar”; “No deseo seguir viviendo”.
• Conversaciones reiterativas sobre la muerte, realizar despedidas inusuales, orales o escritas. “Quiero que sepas que en todo este tiempo me has ayudado mucho”; “Siempre te querré”.
• Expresión abierta y directa sobre sus deseos de quitarse la vida, amenazando sobre quererse hacer daño o matarse. Este pensamiento se manifiesta con distintos grados:
- Sin planteamiento de la acción.
- Con un método indeterminado.
- Con un método específico, pero no planificado.
- Plan suicida concreto (esta situación indica un alto riesgo de suicidio)
Estas verbalizaciones también pueden ser expresadas por escrito a través de notas, cartas, mensajes en redes sociales... Algunas personas, tras hablar de ello, tienden a restar importancia a sus ideas suicidas, a minimizarlas.
Debemos recordar que, contrariamente a lo que se piensa, interrogar sobre la existencia de las ideas suicidas no incrementa el riesgo de desencadenar este tipo de acto y puede ser la única oportunidad de iniciar acciones preventivas.
SEÑALES DE ALERTA NO VERBALES
Aunque una persona no verbalice sus ideas suicidas, podemos llegar a sospecharlas a partir de determinadas señales:
• Presencia de un evento desencadenante o precipitante.
• Observación de un cambio repentino en su conducta habitual. Este cambio puede ir en dos sentidos:
- Aumento significativo de la irritabilidad, mayor agresividad, no respetar límites.
- Periodo de calma y tranquilidad repentino cuando previamente ha presentado gran agitación. El cese de la angustia es signo de grave peligro de conducta suicida, pues se ha resuelto el conflicto entre los deseos de vivir y los deseos de morir a favor de estos últimos.
• Existencia de un intento previo de suicidio. El periodo de mayor riesgo es de los tres a los seis meses posteriores.
• Conducta imprudentemente temeraria, búsqueda de mecanismos para hacerse daño.
• Actitud pasiva, apatía, falta de energía, tristeza, aislamiento, retraimiento social.
• Incapacidad para experimentar placer con actividades habituales.
• Descuido en la apariencia personal.
• Dificultades en la concentración, desatención y, como consecuencia, pérdida de la memoria.
• Alteraciones en los patrones de sueño o alimentación.
• Cerrar asuntos pendientes habla a favor de la existencia de un plan suicida: Entregar sus pertenencias a seres queridos, resolver asuntos pendientes, cerrar cuentas de redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, llamar a personas para despedirse, tener escondido el futuro método para lograrlo (acumular medicación, llevar consigo el tóxico, la cuerda, etc.) o ingerir bebidas alcohólicas en cantidades y con una frecuencia inusuales, mediante lo cual la persona trata de lograr «el valor» necesario para llevar a cabo sus intenciones.
(Fuente: Guía de prevención del suicidio, Gobierno de Aragón)
CÓMO ACTUAR
¿Qué NO hacer?
En ningún caso y bajo ningún concepto debemos de:
- Nunca dejar de tomar en serio la información y las amenazas. No hay que minimizarlas, pero tampoco mostrarse alarmado.
- No criticar, discutir, utilizar el sarcasmo, desafiar o retar a hacerlo. No hay que juzgar, ni verbal ni gestualmente.
- No mostrarnos nerviosos o miedosos, es importante que la persona se sienta escuchada. Cuando podamos, debemos ir en busca de apoyo y ayuda.
- Nunca ocultar a la familia la información, aunque se nos solicite confidencialidad. Se ha de tratar de buscar el consentimiento del alumno/a, haciéndole ver que le vamos a ayudar.
- No se debe realizar ninguna intervención grupal sin la formación adecuada.
¿Qué SI hacer?
Podemos enfrentarnos a tres casos, que el alumno presente riesgo inminente de conducta suicida, que no sea inminente o que se haya detectado la posibilidad de riesgo de ideación suicida.
RIESGO INMINENTE (Con agitación):
1.- Avisar al 112.
2.- Durante el periodo de espera:
-Ofrecer entorno seguro.
-Solo habla una persona con el alumno/a.
-Mantener contacto visual permanente.
-Estar atento a la conducta no verbal y posibles gestos indicadores de peligro.
-Preguntarle si necesita algo.
-Realizar escucha activa y empática.
-Evitar que haya más alumnos/as.
3.- Avisar a la familia.
RIESGO INMINENTE (sin agitación):
1.- Avisar a familia.
2.- Durante el periodo de espera:
-Ofrecer entorno seguro.
-Solo habla una persona con el alumno/a.
-Mantener contacto visual permanente.
-Estar atento a la conducta no verbal y posibles gestos indicadores de peligro.
-Preguntarle si necesita algo.
-Realizar escucha activa y empática.
-Evitar que haya más alumnos/as.
3.-Derivar al servicio de urgencias del CAP de referencia del centro.
RIESGO NO INMINENTE y DETECCIÓN DE POSIBILIDAD DE RIESGO DE IDEACIÓN SUICIDA:
1.-Notificación inmediata al Equipo Directivo y al SOP.
2.-SOP debe realizar una entrevista para evaluar el riesgo.
3.- Se debe de realizar una serie de operaciones para garantizar la seguridad del/a Alumno/a (no dejarlo solo en ningún momento y manteniéndole dentro de los campos visuales del profesorado y personal autorizado del centro).
Bibliografía:
Confederación Salud Mental España (2018) Mitos y realidades sobre el suicidio [Imágenes] Sala de Prensa de la Confederación Salud Mental España. Recuperado de: https://consaludmental.org/sala-de-prensa/mitos-realidades-suicidio/
Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón (2021) Guía para Centros Escolares: Protocolo de Actuación inmediata. Gobierno de Aragón. Efémera Estudio.
Villar, F (s/f) Los mitos del suicidio [infografía] Morir antes del suicidio. Herder Editorial.
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